26 nov 2009

Momento:


Espacio de percepción.

25 nov 2009

La marca del ángel

Dice un viejo cuento sufí que cuando un niño está en el seno de su madre tiene todo el conocimiento del mundo. Sabe cuántas estrellas hay en el firmamento, cuántas gotas hay en el mar y cuántos granos de arena en el desierto. Conoce los misterios del cielo y las estrellas, y conoce hasta la última letra de la Torah. No hay misterio sobre la faz de la tierra que desconozca, ni misterio en el cielo o en el mar que no pueda resolver.
Pero cuando está a punto de nacer, su ángel de la guarda baja del cielo y colocando un dedo sobre sus labios sella todo su conocimiento dentro de él, y le susurra una sola palabra:  “Aprende.”

Así se lo cuenta el sabio sufí Bab'Aziz a su nieta Isthar:

24 nov 2009

En el río



 El sonido de la pequeña cascada.

19 nov 2009

Guibor

"Su verdadero trabajo (del terapeuta) no es alcanzar una meta sino estar en el camino, no importa dónde se esté, sino cómo se está"
Guillermo Borja


Para mis compañeros de Promoción, la primera, Gestaltista Guiborista, por todos los momentos compartidos:
Autopista, berenjenas rellenas, corazón, pañuelos, cojines, la luz de la lámpara, lágrimas, pareja, un besito, un cigarro por dios..., bostezos, el río, peleas, miradas, risas, qué Linda?, respira, cojines apilados, ceras, máscara, el puente, a nena que imaxinaba que so tiña una man, tutores, barro, abrazos, olas, Pazo de Señorans, baile, el hostal que no es tal, valle, antifaz, labios, cual es el temor?....., y más.....





16 nov 2009

La historia del cerrajero

Había una vez un cerrajero al que acusaron injustamente de unos delitos y lo condenaron a vivir en una prisión oscura y profunda. Cuando llevaba allí algún tiempo, su mujer, que lo quería muchísimo se presentó al rey y le suplicó que le permitiera por lo menos llevarle una alfombra a su marido para que pudiera cumplir con sus postraciones cada día. El rey consideró justa esa petición y dio permiso a la mujer para llevarle una alfombra para la oración.

El prisionero agradeció la alfombra a su mujer y cada día hacía fielmente sus postraciones sobre ella. Pasado un tiempo el hombre escapó de la prisión y cuando le preguntaban cómo lo había conseguido, él explicaba que después de años de hacer sus postraciones y de orar para salir de la prisión, comenzó a ver lo que tenía justo bajo las narices. Un buen día vio que su mujer había tejido en la alfombra el dibujo de la cerradura que lo mantenía prisionero. Cuando se dio cuenta de esto y comprendió que ya tenía en su poder toda la información que necesitaba para escapar, comenzó a hacerse amigo de sus guardias. Y los convenció de que todos vivirían mucho mejor si lo ayudaban y escapaban juntos de la prisión. Ellos estuvieron de acuerdo, puesto que aunque eran guardias comprendían que también estaban prisioneros. También deseaban escapar pero no tenían los medios para hacerlo.

Así pues, el cerrajero y sus guardias decidieron el siguiente plan: ellos le llevarían piezas de metal y él haría cosas útiles con ellas para venderlas en el mercado. Juntos amasarían recursos para la huída y del trozo de metal más fuerte que pudieran adquirir el cerrajero haría una llave. Una noche, cuando ya estaba todo preparado, el cerrajero y sus guardias abrieron la cerradura de la puerta de la prisión y salieron al frescor de la noche, donde estaba su amada esposa esperándolo. Dejó en la prisión la alfombra para orar, para que cualquier otro prisionero que fuera lo suficientemente listo para interpretar el dibujo de la alfombra también pudiera escapar. Así se reunió con su mujer, sus ex-guardias se hicieron sus amigos y todos vivieron en armonía. El amor y la pericia prevalecieron.
Cuento tradicional sufí


12 nov 2009

La libreta


Tengo una libreta de cuadrícula nueva, con todas las páginas en blanco. Quiero escribir historias super importantes en ella, no doblarle los bordes, no hacer tachones..., buffff, qué agobio!, me voy a leer el artículo de Rams sobre el narcisismo, que seguro que me vendrá bien.

4 nov 2009

Narciso

Eco y Narciso, Pintura de John William Waterhouse

"En la mitología griega, Narciso era un joven conocido por su gran belleza. Acerca de su mito perduran varias versiones, entre las que se cuenta la de Ovidio, que fue el primero en combinar las historias de Eco y Narciso y relacionarlas con la anterior historia del vidente-ciego Tiresias.
Según esta última, tanto doncellas como muchachos se enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, mas él rechazaba sus insinuaciones. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó "¿Hay alguien aquí?", Eco contenta respondió: "Aquí, aquí". Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: "¡Ven!" Después de responder: "Ven, ven", Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que solo quedó su voz. Para castigar a Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso." http://es.wikipedia.org/wiki/Narcissus

En otras versiones Narciso muere de inanición incapaz de alejarse de su imagen. No se ama a sí mismo, ama su imagen especular. Porque si se hubiera amado a sí mismo....
Perezosamente se levantaría de la orilla del río, olvidaría su imagen y se preocuparía en primer lugar de su cuerpo, comer, beber..., puede que después buscase a Eco y que incluso le pudiese decir: "te amo", con lo que él habría oído también: "te amo, te amo". Uhmmm, parece que me gustan los finales felices, imposibles cuando la diosa de la venganza anda por medio.

Dice Lowen en la Introduccion de "El narcisismo. La enfermedad de nuestro tiempo":
"El narcisimo es una enfermedad tanto psicológica como cultural.
En el plano individual, denota un trastorno de la personalidad caracterizado por una dedicación desmesurada a la imagen en detrimento del yo. A los narcisistas les preocupa más su apariencia que sus sentimientos. De hecho, no los aceptan si éstos se contradicen con la imagen deseada. Al actuar con frialdad, tienden a ser seductores y manipuladores, a luchar por conseguir poder y control. Son egoistas, están centrados en sus propios intereses, pero los verdaderos valores del yo están ausentes -a saber, poder expresarse, ser dueño de sí mismo, actuar con dignidad e integridad-. A los narcisistas les falta el sentido del yo que se deriva de los sentimientos corporales. La vida les parece vacía y falta de significado, al carecer de un sentido del yo sólido. Viven en un estado de desolación.
Desde el punto de vista cultural, se puede entender el narcisismo como una pérdida de valores humanos -ausencia de interés por el entorno, por la calidad de vida, por las demás personas-. Una sociedad que sacrifica su medio natural para obtener dinero y poder, no tiene sensibilidad para las necesidades humanas. La proliferación de cosas materiales se convierte en la medida del progreso vital, y el hombre se opone a la mujer, el trabajador al empresario, el individuo a la sociedad. Cuando la riqueza material está por encima de la humana, la notoriedad despierta más admiración que la dignidad y el éxito es más importante que el respeto a uno mismo, entonces la propia cultura está sobrevalorando la "imagen" y hay que considerarla como narcisista."
La negrilla es mía, me conmueve lo que Rams llama la tragedia del narcisista, la perdida de contacto con uno mismo:
http://www.albertrams.com/documentos/latragediadelnarcisista.pdf

1 nov 2009

Entre mis recuerdos ... 2

Estoy escuchando "Entre mis recuerdos".
Cuando la pena cae sobre mí es un buen momento, es un momento de "darme cuenta", me permite conectar con la carencia del paraíso... perdido, que recuerdo conscientemente o no, pero que en todo caso ahora no está, la carencia de aquello que era "días sin prisas, tardes de paz" y sobre todo la carencia de "cada momento era especial". La magia del ahora que los niños, cuando los adultos les dejamos, viven plenamente. Contemplar la realidad con ojos puros e inocentes, antes de que el veneno de los prejuicios empañe mis ojos.
Volver la vista atrás, a veces no apetece, se entremezclan sombras y luces, sin embargo, la nostalgia de "aquello" es lo que me moviliza.